Un tributo al humo y al fuego
El carbón y la brasa son dos de los puntos fuertes de la cocina de La Madurada, que aportan las características principales del sabor de nuestros platos más populares. Tanto de carne como de pescado, además de en muchos de los entrantes calientes de nuestra carta. Estos son algunos de los efectos de la cocina al carbón sobre los alimentos.
Caramelización y ahumado natural
El calor de la brasa provoca la conocida como reacción de Maillard entre las proteínas y los azúcares en la superficie de la carne, el pescado o las verduras, creando compuestos complejos que aportan sabores tostados y caramelizados muy agradables al paladar. A esto se suma un ahumado suave generado por el humo controlado que genera el carbón al quemarse. Compuestos como fenoles y aldehídos se adhieren a la superficie de los alimentos, infundiendo un sabor característico sin resultar excesivo.
Evaporación de grasa para una textura perfecta
En el caso de las carnes y algunos pescados, parte de la grasa que contienen de manera natural contribuye a este ahumado, al caer sobre las brasas calientes. En este proceso también se consigue un exterior crujiente y dorado, mientras el calor se mantiene moderado en el interior dejando la carne muy tierna al conservar todos sus jugos.
Control profesional de la temperatura
Para que la combinación de todas estas técnicas resalte lo mejor de los ingredientes cocinados al carbón y la brasa, es necesario un control preciso de la temperatura. Es aquí donde la profesionalidad del equipo de La Madurada marca la diferencia, manteniendo siempre en el punto justo la parrilla para sacar el mejor partido a carnes, pescado o verduras. ¿Ya sabes con qué platos vas a empezar a disfrutar? Reserva una mesa en La Madurada, mejor brasa de Barcelona, y prepárate para que se te haga la boca agua con todas nuestras propuestas.




